Guillermo Correa Mosquera
Director
Ahora ella escribe, dedica su tiempo a contemplar la vida. Desde cuando abruptamente cesó su etapa laboral, para entrar en una irregular situación de "inactividad", activó sus habilidades con la palabra, las cuales acaricia y les da un tratamiento delicado, para acariciar la mente con cada texto. Ella es María Torres, nuestra poetisa invitada.
EN MEMORIA DE LAS MUJERES ROBADAS
Mientras sentada en la puerta de aquella única cantina
la lágrima escurre fugaz
desde tu mejilla fresca pero procaz;
en tu mente, niña-aún, van sucediendo las imágenes
y transitando por la acera van ciertas otras imágenes;
encogida de hombros, lloras sin parar.
No comprendes el por qué:
¿Hambre, dignidad, soledad?
¿Habrá alguien a quien inspires caridad?
¡Pobre ardilla perfumada!
De olor barato en tu alborada.
Detrás de tu presente
se va escondiendo la suerte inminente.
¿Dónde fuíste robada?
¿Quién hizo tal canallada?
¿Acabará el secuestro ejercido contra algo tan nuestro?
Por el mundo vagan furtivas
las sombras abusivas
buscando atrapar a la desdichada
dueña de una suerte tan
infortunada.IN MEMORY OF HUMAN TRAFFICKING TO WOMEN
While sitting at the door of that unique
cantina
the furtive tear slides away
from your young but insolent cheek,
in your mind, child-yet, are passing the
images
and trafficking on the sidewalk go
certain other images;
shrunk of shoulders, you cry unstopped.
You cannot understand the why:
Hunger, dignity, abandon?
Is there someone to whom could you
inspire compassion?
Perfumed squirrel poor-little-thing!
of cheap aroma in your dawn.
Behind your present
is hiding the impending fate.
Where were you kidnapped?
Who was such a lowlife?
When the kidnapping against somebody so
close to us is going to end?
Around the world are wandering stealthy
the abusive shadows
seeking to trap the wretched
owner of such misfortunate
luck.
La
verdulera autora: María Torres
Anoche tuve un sueño
soñé que vendía arepas en el mercado,
arepas, también ofrecía el pescado.
De pies, en un lugar pequeño,
mecía el ritmo de la olla
balanceando mi cabeza,
alerta y sin pereza
y al comprador yo encimaba la
cebolla,
el ajo, el ají, el plátano, el
tomate,
el mango, la papaya, y el aguacate;
haciendo parte de mi oferta
como la verdulera experta;
pero arepa
es otra cosa,
de pura cepa,
Colombia es deliciosa,
Venezuela es sabrosa
A la
virgen morena
A la virgen morena ruego
me deje vivir entre flores,
así aliviarán mis dolores.
Del aroma que se desprende
mis sentidos lo aprende
apartándome del fuego
cuando él quema mis huesos
y mi piel de pocos besos.
Mujer de altura coronada
sin aceptar ser esclavizada
porque tu alma sufría
empuñaste la lanza con hombría
para marchar serena
a través de los mares
en compañía de Magdalena
y poseídas de avatares.
De flores tú ungida
con el abrazo inclemente
del pobre penitente.
Gladiolo, jazmín, clavel, carmín,
serán mayor tesoro
que yo añoro traer de tu jardín.